La ciruja
Tengo varias operaciones -cirujas, que me gusta decirles- encima. Cada una con su respectiva, extraña y amable cicatriz. 20 años han pasado desde la última vez que pasé por el quirófano, pero ha llegado el momento de una más... sé que no la última, más si una que me permitirá otros 15 a 20 años de actividad sin tener que pensar en un bastón, que por muy glamoroso que suene o parezca, no es una opción que me entusiasme demasiado. Podría integrarlo al look, pero prefiero hacerlo después de los 70, acompañado de unas buenas canas y las arrugas de la risa.
La ciruja, como las veces anteriores, será invasiva... altamente invasiva, se trata de un cambio de rodilla. En pocas palabras: anestesia, torniquete, abre carne, pone de lado cuadriceps, corta hueso arriba, corta hueso abajo, remueve rodilla, fija prótesis arriba, fija prótesis abajo, plastiquito en medio en lugar de meníscos y cartílago, recoloca cuadríceps, cierra... Se supone que en por allí de 25 minutos estaré fuera de la sala de operaciones con una respectiva y amable cicatriz extra y la anestesia encima.
Al día siguiente ...¡a caminar! Dicen que duele un chingo, un chiiiiiiiingo, pero aunque hace 20 años no pongo a prueba mi umbral de dolor, espero que en la memoria de estas células que ahora escriben, esté aún la autocuración y la resistencia al dolor físico.
Me quedan un par de días... lo más probable, aún falta una última evaluación médica de mi condición física, es que la ciruja sea el viernes por la mañana.
Lancelot sigue sin aparecer... y quizá sea optimismo infundado, pero creo que volverá cuando todo esto pase.
Hasta pronto!
La ciruja, como las veces anteriores, será invasiva... altamente invasiva, se trata de un cambio de rodilla. En pocas palabras: anestesia, torniquete, abre carne, pone de lado cuadriceps, corta hueso arriba, corta hueso abajo, remueve rodilla, fija prótesis arriba, fija prótesis abajo, plastiquito en medio en lugar de meníscos y cartílago, recoloca cuadríceps, cierra... Se supone que en por allí de 25 minutos estaré fuera de la sala de operaciones con una respectiva y amable cicatriz extra y la anestesia encima.
Al día siguiente ...¡a caminar! Dicen que duele un chingo, un chiiiiiiiingo, pero aunque hace 20 años no pongo a prueba mi umbral de dolor, espero que en la memoria de estas células que ahora escriben, esté aún la autocuración y la resistencia al dolor físico.
Me quedan un par de días... lo más probable, aún falta una última evaluación médica de mi condición física, es que la ciruja sea el viernes por la mañana.
Lancelot sigue sin aparecer... y quizá sea optimismo infundado, pero creo que volverá cuando todo esto pase.
Hasta pronto!
Comentarios
Desde aquí mis buenas vibras, estuve pensando si ya había pasado todo y estabas en la casa recuperándote. Denise, sinceramente espero que todo salga bien (así será) en la ciruja!.
Abrazos!
Filistea: mano, ya no te llamé, estoy en el pleno estrés de esta vaina... espero hablarte antes del jueves.
Abrazos a los dos.
Un abrazo.
A ver si puedo volver a darme una vueltecita por allá.
Un fuerte abrazo!