La USAC y yo

Yo soy parte de esa gente que muchos ven mal por ser Sancarlista, soy parte del orgullo de la tricentenaria y de los mil y un estigmas que caen sobre aquellos que, por decisión propia, decidimos hacer uso del derecho a que el Estado y los contribuyentes paguen nuestra educación superior. Yo tengo esta relación de amor-decepción (jamás odio) con la San Carlos porque me tocó la época posterior al aniquilamiento de pensadores, de intelectuales que una vez estuvieron ahí, que una vez hicieron de esa universidad un buen lugar para crecer y para estudiar. Pero me tocó, como ya dije, la época de crisis, la época de irresponsables dando clases, la época en la que los amiguismos lograron mantener a acosadores, malos profesores, gente que no sabía nada de sociología y nada de la vida, ni de la realidad nacional al frente de un grupo de estudiantes que, en parte por comodidad, en parte por decepción, sólo van a la u para pasar el tiempo. 

Tuve, y no lo puedo negar, excelentes profes como Gustavo Palma Murga -que me dio clases en la licenciatura y en las maestrías-, profes como el Lic. Montenegro que fue quién me inició en el rollo de las religiones, profes que le dan ganas a uno de dedicarse a leer y a escribir como José Cal, Manolo Vela y Tania Sagastume. Y la lista desgraciadamente se acaba ahí. De los demás si algo aprendí, fue a buscar mis propios textos, mis propias formas de crecer y de aprender. Pero no puedo negar que una gran parte de mí está ligada a ese lugar, enorme, a ese campus descuidado en el que giran y giran almas en busca de alguien que los oriente, en busca de alguien que le diga podés ser algo más que médico, que ingeniero, que abogado, alguien que diga que las ciencias sociales son importantes para este país. 

No sé cómo estará el resto de la U, pero puedo hablar de mi Escuela, de la Escuela de Ciencia Política que desde hace algunos años está llena de gente que no tiene el más mínimo interés por que la sociología y la ciencia política, ni siquiera las relaciones internacionales (que es la carrera más popular de la escuela), sean tomadas en serio. Y eso duele. Duele saber que aquello que nos apasiona no se queda más que en un espacio de fantasía, que aunque la Escuela tiene el enorme potencial de poder hacer de la vida universitaria un maravilloso laboratorio, a nadie le interesa. 

La crisis de amiguismos en la Escuela seguro se reproduce en todos los espacios de la USAC. Cuando era estudiante, ilusamente fui parte del comité de evaluación docente. Cuando fuimos, emocionados, a pedir los resultados, nos dijeron que faltaba tiempo, que apenas estaban procesando los de tres años atrás. Me imagino que lo mismo pasa con todas las escuelas y facultades inundadas de pésimos profesores, de gente que aunque salga mal evaluada o que sea como esos cabrones que me "dieron clases" y que sólo llegaban a principio de año a dejar un texto, UNO, y nos decían, nos vemos a final de ciclo, o como los que llegaban siempre tarde y deprimidos, con los clavos personales a cuestas, y no enseñaban nada. 

El año pasado trataron de acreditar la Escuela a nivel internacional. Lloró sangre el asunto porque chavas y chavos que de estudiantes eran malos, pero que apoyaron a la actual dirección, están dando clases, luego de por supuesto "haber ganado" oposiciones fantasmas. Como me dijo alguien una vez que fui a dejar papelería para las oposiciones : "no gastés en fotocopias, te lo digo en confianza, los puestos ya están dados". 

A pesar de esto y de ver caer cada vez más bajo a esa Escuela en la que pasé buenos años, y de la que aún conservo algunos amigos valiosos, sí creo necesario aumentar el presupuesto, pero esto sí y solamente sí se arma un movimiento interno de fiscalización de los fondos. Esto si se limpia la U de todos esos cánceres que están enquistados y que nos llevan a todos a una crisis de pensamiento y de educación cada vez más severa. 

La San Carlos, la tricentenaria, la U está en crisis, en una heredada de la guerra, una en la que se asesinó y desapareció no solamente a la gente que hacía de ese lugar un espacio de aprendizaje maravilloso, sino una guerra que logró callar a la gente, que logró infiltrar a mediocres a esa casa que le da la oportunidad de estudiar a miles que de otra forma no podrían formarse, aunque sea un poco, un poquito. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Luego de graduarme del bachillerato en 1982, no estaba seguro de lo que haría con mi vida. Estudié y me dediqué dos años a la aviación. Luego estudié idiomas por unos años más. Finalmente, en 1989, decidí estudiar Letras. Me gustaba escribir desde pequeño. Escribí lo que, de acuerdo a mi cultura de películas en blanco y negro y lecturas sin ton ni son, fue mi primer cuento a los 12 años, y leyeron algunos de mis poemas por la radio a los 14.

Así pues, estaba ilusionado. Y aunque mi temperamento siempre me causó problemas, incluso desde la primaria, era un buen estudiante. Pero la mediocridad de ciertos catedráticos, precisamente, fue lo que me hizo abandonar los estudios en 1994 (terminé el profesorado en junio de 1992 y seguí la licenciatura). En la USAC, por supuesto.

Dejé de escribir y de leer literatura durante años (decepcionado), aunque sí me acercaba a otro tipo de libros debido a mis empleos (bibliotecario y redactor de material pedagógico). Años después, empecé a trabajar en periódicos. Lo hice durante 12 años. En 2010, en octubre, un novelista cubano me pidió revisar uno de sus libros. Eso me animó a escribir en una bitácora (El Ideario de Facundo, que ya no existe). Dejé los periódicos para siempre y desde el año pasado me dedico de nuevo a leer y escribir (y he publicado dos libros míos, uno de ellos data de 1992, amén de una recopilación y de haber editado con mi sello un libro de una poetisa belga, amiga mía, traducido del flamenco.

Ahora bien, ¿por qué la nota biográfica? Porque con ello quiero demostrar lo que Denise Phé-Funchal afirma: "Tuve, y no lo puedo negar, excelentes profes [...] profes que le dan ganas a uno de dedicarse a leer y a escribir [...]. Y la lista desgraciadamente se acaba ahí. De los demás si algo aprendí, fue a buscar mis propios textos, mis propias formas de crecer y de aprender."

Así es. Yo puedo afirmar lo mismo, pero en mi caso, debido a ciertas circunstancias, los mediocres lograron su cometido: se quitaron del camino a quien podía llegar a ser un problema para ellos. Eso sí, soy un feliz y simple bachiller que desde hace poco más de dos años se encuentra à la recherche du temps perdu. Felicidades, me pareció excelente Zapatos, leído por ti hoy en la radio.
Unknown ha dicho que…
¿Estás segura de que estás hablando de la USAC y no de la Universidad de El Salvador? parece que tienen historias gemelas! qué tristeza vos!

Abrazos!
Walda ha dicho que…
Ay mi estimada Denise, te cuento que pasa exactamente lo mismo en la Escuela de Biología de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la USAC... Yo todavía me quejo de la bola de profesores vitalicios e ineptos que tuve en mis tiempos de estudiante.

Lamentablemente, esos profesores siguen allí, y ahora está peor que antes porque los buenos profesores se retiraron por un tiempo para sacar sus doctorados, de modo que las nuevas generaciones cuentan con los mismos malos profesores de siempre, más malos profesores interinos. Pobres...

Las evaluaciones son un instrumento inútil, ya que pese a haber salido mal evaluados durante muchos años, esos dinosaurios siguen allí y no se irán hasta que decidan hacerlo.

Por más que me pregunto si existe alguna manera de resolver este problema, no se me ocurre alguna, ya que el sistema de la U está hecho para que no se pueda hacer nada =(
Denise Phé-Funchal ha dicho que…
Uy Walda, me pasa lo mismo que a ti, pienso y pienso y nada se me ocurre nada, una vez hasta revisé el reglamento de la u para ver si era posible un "golpe de Estado" en la Escuela de Ciencia Política... es una lata que para poder ser candidato hay que ser profe de la U, no sabés las ganas que me entran de reformar pensum y profesores, poner ahí a gente que realmente tiene pasión por la socio, pero no se puede...

Sandrix: sí, es acá, pero sé que en la tía patria algunas realidades son tan jodidas como acá, snif.
Anónimo ha dicho que…
Manita si eres tan talentosa y brillante porque no te vas del pais a Paris o Berlin o donde si aprecien tu gran genialidad.

Se ve que sòlo sos una pobre resentida y pretenciosa, ya que si esa Escuela es tan mediocre como dices porque te mueres por tener una plaza de maestra.

Se coherente pues.

saludos
Denise Phé-Funchal ha dicho que…
Híjoles anonimito, ¿seguro que sabés leer? ¿pasaste tu curso de comprensión de lectura? el de ortografía es claro que no...
No me voy porque me gusta el país y no, no digo que yo sea genial, pero gracias por pensarlo... si lo decís es tu interpretación aunque luego me llamés pretenciosa y demás, que bueno, lo soy un poco y ¿resentida? hummm no, eso si no, si no mi crítica sería inconsistente... qué será lo que te molesta de lo que digo, no lo sé... ¿y que por qué me gustaría una plaza?... para cambiar las cosas.. y vos ¿tenés alguna propuesta? digo, con tu nombre y no escudado en el anonimato...

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