¿Y usted es virgen?

A P. le toca salir a trabajar y visitar sedes de la empresa en los departamentos. Esto, como se imaginarán, le permite interactuar con una enorme cantidad de personas con problemas y realidades muy distintas, ver de lejos, mientras él hace su trabajo de supervisión, cómo la gente se relaciona, cómo se trata, cómo se habla. P. tiene corazón de observador.

Una de las cosas que me dice P., le llaman más la atención es la forma como se trata a las mujeres dentro de estas empresas prestadoras de servicios, y me contó de uno de los casos que más le han sorprendido, asqueado.

Como en muchos trabajos, las mujeres son las encargadas de un millón de cosas que -idealmente- no deberían ser parte de sus funciones. Siempre están aquellas a quienes se les pide servir café y lavar las tazas, aunque su puesto no sea ese, si no el de vendedoras. El caso que me contó es así. Está esta chava, en una sede de la empresa, es vendedora pero como es mujer, le toca llevarle el café al jefe de tienda y a otros de los vendedores. Ella, joven, sin más estudios que los básicos, trabaja para ayudar en casa, específicamente para ayudar a su mamá, que es grande y está cansada luego de una larga vida de reproductora y cuidadora. Es bonitía, dice mi amigo, bonitía y arregladita con su uniforme de vendedora y trabaja casi exclusivamente con hombres, que al momento no le han conocido, como a otras compañeras, novio o marido.

Esta falta de hombre a su lado, hace que los cafres que tiene como compañeros la acosen con preguntas sobre su virginidad. A P. le tocó escuchar cómo, a lo largo del día, los mierdas esos, se le acercan, de esos acercamientos que las mujeres sabemos se sienten sucios e incómodos, de esos que dan ganas de meterles una patada en la espinilla, o mejor aún, en los huevos. Se acercan y casi al oído, con ese vaho húmedo y caliente, le preguntan muy cerca del hombro y del cuello, si es virgen. Una y otra vez a lo largo del día y a la pregunta sigue la propuesta y otras preguntas. ¿No quiere que le haga el favor? ¿De verdad usted es virgen o sólo se hace la difícil? ¿Usted es virgen porque es lesbiana? (Vaya relación entre virginidad e himen, válgame dios, y ni hablar de la relación lesbiana y no querer acostarse con cualquiera) ¿No quiere probar? si tan rico que es, y así, así se van de hora en hora, uno y otro, uno y otro y luego otro, para preguntar, para presionar hasta que ella explote o... -mejor para ellos- ceda y como otras vendedoras, se encierre con el jefe en la oficina.

La chica no dice nada, es joven y tímida. Una sonrisa que explota de asco y de rabia, es toda la respuesta que da. ¿Por qué no se queja? pregunto yo, otra vez desde uno de esos lapsus de ingenuidad, pensando que como a mí, a las mujeres les enseñan a quejarse y reventar, a decir y denunciar, a no quedarse con las vainas atoradas en el alma. Pero P. me mira con tristeza y me dice, ay mano, porque ya trató y la respuesta que recibió del jefe -que hasta ese momento no la acosaba- fue terrible.

Luego de escucharla decir que ya estaba cansada, que ella sólo quería trabajar, que piensa que eso no es correcto, el tarado del jefe le dijo que era ella quien tenía que "darse a respetar" y le preguntó si, uffff, no sería ella quien provoca a estos tipos. Lo que siguió es algo que me enrabia, que me emputa más bien. El jefe comenzó a acosarla, al igual que los otros tipos. A tanto ha llegado el acoso, que la chava tiene miedo de entrar al cuartito donde está la pila para lavar la taza del jefe y de los otros tarados a los que les tiene que servir el café. En ese cuartito, la han acosado, se le han arrimado, le han metido mano, han tratado de besarla y siempre, siempre, siempre le ofrecen, como si fuera la gran cosa, "hacerle el favor", como si fuera un favor para uno, dejar entrar a un cerote en el cuerpo de uno. Como si algo ganara ella, dejando que uno y otro, y por supuesto el jefe, se la cogieran, porque eso sería, una cogida, una cogida forcivoluntaria, una con la que ella esperaría la dejaran de chingar, de acosar todo el tiempo.

¿Por qué la chava no se renuncia? por necesidad, porque si conseguir trabajo es complicado para una mujer con estudios en la capital, imagínense en los departamentos y teniendo sólo los básicos. No renuncia porque su madre y su familia necesitan el dinero. No, no es una cuestión de dignidad. Cualquier mujer sabe que a menos que uno tenga una posición de poder -y ni siquiera esto es garantía-, los hombres, en cualquier trabajo, estarán siempre prestos y dispuestos a acosar, a ser tan asquerosos como se supone que deben ser para ser machos, no hombres, machos.

¿Por qué la chava no denuncia ante la policía, ante el Ministerio de trabajo? en la policía seguro le dirían lo mismo que el jefe, seguro le preguntarían que si no es ella quien provoca, además corre el riesgo de quedarse sin chamba. Por otro lado, quizá ella no sepa del Ministerio de Trabajo o de que puede quejarse ante él. Si bien en la ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra las mujeres, se plantea que este tipo de acciones son violencia psicológica y que la pena puede ser de cinco a ocho años de prisión, de acuerdo a la gravedad del delito, no conozco ningún caso de acoso sexual en el que se haya dictado sentencia de cárcel. Pero qué se puede esperar en un país en el que, hace varios años ya, los mismos diputados dijeron que una ley contra el acoso sexual echaría por los suelos la tradición "cantineadora" tan bonita, de los guatemaltecos.


Comentarios

AL Ruano ha dicho que…
se te olvida, chula, que el hombre chapín es coqueto por naturaleza, como bien nos dijo un padre de la patria hace añales. Acusar a alguien de acoso sexual 'va en contra de la cultura'

qué asco me da.
Denise Phé-Funchal ha dicho que…
Ahhhh los responsables padres de la patria... qué asco
la-filistea ha dicho que…
Simón, que asco. Mucha en guatemala no tiene uno presisamente que ser una belleza tipo Miss Mundo para tipos como estos anden detrás.
Pobre la chava, en serio, que impotencia. Me imagino lo que ha de sentirse.

Les cuento yo trabajaba en Guatemala en un lugar que tenía leyes 'gringas' y cada vez que te sentías acosado podías ir a recursos humanos y poner la queja y funcionaba.

Una vez yo estaba esperando el elevador de los empleados y vi que estaba en el tercer piso y de ahí no se movía, total que yo estaba en el segundo piso y subí a ver que pasaba. Cuando llegué un Chef, tenía a una cocinera arrinconada tratando de bajarle el pantalón y cuando me vió hizo como que estaba jugando y se fue.

Yo le dije a ella que fuerámos a poner la queja, jamás quiso, la fui a poner por ella y me gané dos enemigos, el Chef y ella. O sea, a veces el miedo de decir lo que está pasando o la amenaza de un acoso va más allá.

No digo, que sea este el caso de la chava, ojalá pues, y ahí hubiera un lugar donde poner la queja y que a los pisados les den su merecido.

Triste, mucha triste.

Abrazos Denise!
Denise Phé-Funchal ha dicho que…
Es terrible vos, porque la mara lo mira como algo tan normal que hacer que la gente entienda que no es normal, que no es correcto andar jodiendo a la prójima, se vuelve super complicado. si las chavas que son acosadas se pusieran a hacer denuncias una tras otra, tras otra, se visibilizaría la onda... pero estamos a años luz... abrazos vos!
espyder ha dicho que…
Tengo una anécdota muy similar a la de la Filis. Un día iba en el bus y un cerote estaba como aprovechándose de una mujer, le metía mano a lo más descarado, le decía una serie de improperios, en fin, poco faltó para que se la cogiera en el bus. Pero veía que la chava era reacia a aquella situación, por lo que - inocentemente - intervine y le dije al pisado que le bajara a sus ánimos (eso sí, con una amnera muy cordial). Al pisado le valió madres, más bien, me metí a vergueos ajenos por mula, porque la misma chava me dijo (literalmente): "Y ud no tiene quién le de el culo o que p*tas?".

Prometí solemnemente jamás volver a involucrarme con este tipo de gente que así le gusa vivir, sin lugar a dudas.

Saludos!
Denise Phé-Funchal ha dicho que…
Ufffffffff es que sí, es una cosa compleja, cómo se forman los imaginarios sobre el acoso y el cantineo y las relaciones, es lo que habría que investigar para saber de dónde partir... saludos!

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