Del teatro y otras cosas


A veces me parece que no importando la hora a la que uno vaya al teatro de cámara del nacional, se escuchará siempre la música cumbio-evangélica que sube desde una casa vecina, en la que me pregunto si existirá una de esas misiones de perpetua adoración. He escuchado cantar hombres, mujeres y quizá niñas o niños en esa edad en la que no se distingue bien el sexo del cantante. A pesar de que soy terriblemente antifanatismos de cualquier tipo, especialmente los religiosos, no puedo negar que esa cumbio-adoración me saca una sonrisa y me dan ganas de bailar.

Me gusta también el teatro de noche, las luces encendidas de los cientos de foquitos que están en la sala del teatro de cámara. Me gustan sus butacas rojas, aunque me entristece que las minilosas del mosaico exterior se caigan sin que alguien se preocupe de volver a ponerlas en su lugar.

Aunque me parece trágico que la gente no vaya al teatro, al teatro de no-albur, no puedo negar que me encanta encontrar mi lugar (sí, mío) vacío y la sala con pocas personas. Me encanta el ambiente de complicidad que se arma con el resto del público y con los actores. Me gusta escuchar las conversaciones de los otros antes de que empiece la obra, ver la interacción animada o cansada de las parejas, la cara de angustia y el constante chequeo del celular de aquellos que se sienten incómodos en su soledad.

Esta noche fui a, lo que me parece es, la primera función de "El porvenir está en los huevos" puesta en escena de Fernando Juárez para el grupo Centauro, de la obra de Ionesco, profundamente absurda y como sólo él, con todo el sentido del mundo dentro de la absurdidad. Una comedia terriblemente deliciosa de la cual espero conseguir pronto el libreto para leerlo con mayor detenimiento, disfrutando cada giro del "langage".

Altamente recomendada para salir de la rutina y reflexionar sobre el matrimonio, el placer, la presión familiar y el sentido -absurdo quizás- de la reproducción. Si usted es sensible o le molestan las claras alusiones al sexo, si le molesta ver especialmente a un hombre llegar casi, casi, casi al orgasmo en escena... mejor no vaya.

De vuelta del teatro, si quiere seguir riendo, sintonice la Sabrosona, 94.5 FM y deleítese con la tomada de pelo que los Hermanos del Espíritu Santo le dan a la gente que llama y con las llamadas, evidentemente falsas, que reciben. También, si tiene suerte, le tocará escuchar al menos un testimonio de daños conjurados.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ya fui a ver la obra y esta buenisima... aunque tiene un dejo de tragedia tambien. Y pense lo mismo que vos... me encanatria tener en las manos el libreto! Me alegro de haber encontrado tu resena, sino me la hubiera perdido. Me parecio genial y curioso, al final, como es el hombre el que "empolla" los huevos.
Lo que si no entendi fue por que el publico no se atrevia a aplaudir, es por algun motivo en particular? porque solo yo comence a aplaudir al final... :S

Saludos, me gusta tu blog.

V
Denise Phé-Funchal ha dicho que…
Buenísima eh? creo que lo que pasa con Ionesco es que desgraciadamente el público está entrenado para que le den el humor con cuchara, así que procesarlo es una cosa más complicada, creo que lo de empollar él los huevos es por la responsabilidad que recae sobre los hombres -no siempre asumida- de ser el proveedor. Lo mismo me pasó la gente no sabía si aplaudir o no, pero definitivamente vale la pena verla. Saludos y gracias por pasar :)
Anónimo ha dicho que…
Ese final tiene una connotacion machista... (bueno, machista tal vez es una palabra muy fuerte pero solo esa se me ocurre ahorita)
El futuro esta en los huevos y se le entregan al hombre y la mujer desaparece de la escena inmediatamente despues de "poner" los huevos.
Ademas los huevos son objetos muy fragiles... (el futuro?) y bueno, tambien se enfatiza mucho en el linaje. Asi que no solamente tiene (o se le otorga) la resposabilidad de proveer, sino tambien proteger el linaje. Esta comedia deliciosamente cinica, tiene varios planos... ahora me quede con ganas de ver mas obras de este tipo. Me encanta descubrir autores.
Pero ya mucho de la obra. Felicitaciones por la presentacion de tu libro hoy en la tarde, espero poder asistir y encontrarlo en Sophos. He leido muy buenos comentarios. Ha de ser una sensacion fantastica para el autor ver su obra impresa... yo le tengo un afecto especial a los libros. Por cierto, hay uno muy bonito del Doctor Ramiro Rivera Alvarez, de los cementerios de Guatemala. Es pequeno, pero una lectura muy intersante y amena.

Saludos,

V
Denise Phé-Funchal ha dicho que…
Hola V, sí precisamente la obra tiene este tinte machista en el que las mujeres son invisibilizadas, porque al final de cuentas es nada más la que los pone, aunque no los incuba y los huevos serán el orgullo de su "padre" seguramente. De Ionesco te recomiendo La lección, para leer, para ver, si algún día la ponen o la traen, La cantante calva.
Gracias por tus palabras y sí, es una gran emoción ver el libro publicado, espero que podás llegar a la presentación y finalmente, gracias por la recomendación de libro, lo buscaré. Saludos!

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