La manito (miscelanea de pensamientos)
Vaya, el sábado me quedé atorada en medio de una caravana casi papal, al menos vaticánica, llena de globitos blancos y amarillos, de banderitas de plástico que luego serán desechadas. Don Bosco había llegado...
Semanas atrás muchos fuimos testigos de la cantidad de autos en los que se leía: Ya viene Don Bosco.... en mi más inocente, postadolescente y chapínica conciencia, imaginé que se trataba de alguna batalla de bandas de guerra/escolares, cuya existencia conocía porque eran -son y seguirán siendo- uno de los campos más fértiles de cantineo entre colegios de hombres y de mujeres, aunque también de colegios mixtos, que por allí se asomaban a ver si cachaban algo distinto a sus compañeros de siempre, contando, por supuesto, con muchas más habilidades cantinísticas que los que sólo convivían con los de su mismo... ejem... sexo biológico.
La semana antepasada en una plática de cevichería, me enteré que lo que llegaba no era la batalla de las bandas, sino la manito de Don Bosco. ¡¡¿¿¿La manito de don bosco???!! pregunté a mis interlocutores, que entonces me contaron que sí, que era la manito momificada.
Antes era muy común ver santitos momificados o sus esqueletos en las iglesias. Según me cuenta mi tía, en casi todas había más de algún cadáver al cual rendirle tributo. Recuerdo uno. En la cate, un embotado -tenías sus boticas- al que con mi madre y mi brocolí llamábamos "el queleto con botas". Estaba en una de esas capillas casi siempre cerradas, que abrían sólo para ocasiones especiales, quizá el día de muertos o el mero, mero día del santo en cuestión. Nos gustaba a mi hermano y a mí, con ese miedo rico de cuando uno es niño y le inundan las mariposas el estómago, asomarnos a la capilla e intentar verlo de lejos, y cuando la capilla estaba abierta, con pequeños pasos nos acercábamos a la urna y con los párpados entrecerrados, le echábamos un vistazo para luego salir corriendo hasta donde estaba mi madre, que reía del miedo infantil que los esqueletos -más que los muertos o los fantasmas- producen. Luego desapareció, no volvimos a ver al tal queleto y cada vez que paso por la cate, doy una vuelta para ver si aún anda por allí.
La cosa es que anda en Guate, me parece que por un par de días más, la mano de Don Bosco. Aunque buscando en internet, encuentro que no se trata de la mano completa, sino de una réplica del cuerpo del cuate este -lo de santo no me hace mucho sentido- que tiene en su estructura un huesito de la mano derecha del mentado señor. Según el Siglo XXI: La mano que está en el interior de la urna es con la cual Don Bosco bendecía, escribía y absolvía los pecados en nombre de Dios. Inmediatamente después, aclara la publicación que no se confunda esto con un acto necrófilo, ¡no! (¿no?) sino que se trata de promover un sistema de enseñanza en valores a la juventud que, según el reportero, es lo que necesita Guatemala para superar los niveles de delincuencia, corrupción y violencia que nos acechan diariamente.
Vaya con estas ideas mágicas... me siento como en la última campaña presidencial en la que todo el mundo invocaba el nombre de dios como una solución para el país, como LA solución para acabar con la delincuencia y demás. Si esto fuera así, ¡¡ucha!! que traigan a pasear el cadáver del papa, que saquen a todos los santos muertos y quizá así esta vaina mejora... Pero en esas estamos ya desde hace un tiempo ¿no? Digo... se autorizan un promedio de 10 iglesias evangélicas por mes, hay campañas millonarias de "No me hagas bajar" o de "Amaos los unos a los otros" o de "Perdona, libera tu corazón del pasadooo", se hacen jornadas de oración por aire, mar y tierra para que cristo entre al país, y a pesar de que muchos van a las iglesias -de cualquier denominación- la cosa no va para ningún lado y el pobre cristo no parece aparecer más que en las calcomanías.
Por otro lado ¿han visto la imagen clásica de este don Juan Bosco? ¿En la que uno o más chiquillos están arrodillados frente al santo hombre? Esta imagen sumada a los escándalos de la santa iglesia católica en cuanto a la clásica pedofilia, llevan a pensar si las acciones de "dirección , consejería y tutoría" de la juventud (que seguro eran solo niños, jamás he visto una niña retratada con don bosco) eran realmente tales o si, este cura, al igual que muchos a lo largo de la historia, era pedófilo... lo cual no me extrañaría (y antes de indignarse mi querido lector, sobre todo lector católico, cómprese en cualquier librería que se respete, el libro tilutlado: El Vaticano contra dios, editorial punto de lectura, leálo y luego desportique todo lo que quiera... si le quedan ganas de despotricar).
Semanas atrás muchos fuimos testigos de la cantidad de autos en los que se leía: Ya viene Don Bosco.... en mi más inocente, postadolescente y chapínica conciencia, imaginé que se trataba de alguna batalla de bandas de guerra/escolares, cuya existencia conocía porque eran -son y seguirán siendo- uno de los campos más fértiles de cantineo entre colegios de hombres y de mujeres, aunque también de colegios mixtos, que por allí se asomaban a ver si cachaban algo distinto a sus compañeros de siempre, contando, por supuesto, con muchas más habilidades cantinísticas que los que sólo convivían con los de su mismo... ejem... sexo biológico.
La semana antepasada en una plática de cevichería, me enteré que lo que llegaba no era la batalla de las bandas, sino la manito de Don Bosco. ¡¡¿¿¿La manito de don bosco???!! pregunté a mis interlocutores, que entonces me contaron que sí, que era la manito momificada.
Antes era muy común ver santitos momificados o sus esqueletos en las iglesias. Según me cuenta mi tía, en casi todas había más de algún cadáver al cual rendirle tributo. Recuerdo uno. En la cate, un embotado -tenías sus boticas- al que con mi madre y mi brocolí llamábamos "el queleto con botas". Estaba en una de esas capillas casi siempre cerradas, que abrían sólo para ocasiones especiales, quizá el día de muertos o el mero, mero día del santo en cuestión. Nos gustaba a mi hermano y a mí, con ese miedo rico de cuando uno es niño y le inundan las mariposas el estómago, asomarnos a la capilla e intentar verlo de lejos, y cuando la capilla estaba abierta, con pequeños pasos nos acercábamos a la urna y con los párpados entrecerrados, le echábamos un vistazo para luego salir corriendo hasta donde estaba mi madre, que reía del miedo infantil que los esqueletos -más que los muertos o los fantasmas- producen. Luego desapareció, no volvimos a ver al tal queleto y cada vez que paso por la cate, doy una vuelta para ver si aún anda por allí.
La cosa es que anda en Guate, me parece que por un par de días más, la mano de Don Bosco. Aunque buscando en internet, encuentro que no se trata de la mano completa, sino de una réplica del cuerpo del cuate este -lo de santo no me hace mucho sentido- que tiene en su estructura un huesito de la mano derecha del mentado señor. Según el Siglo XXI: La mano que está en el interior de la urna es con la cual Don Bosco bendecía, escribía y absolvía los pecados en nombre de Dios. Inmediatamente después, aclara la publicación que no se confunda esto con un acto necrófilo, ¡no! (¿no?) sino que se trata de promover un sistema de enseñanza en valores a la juventud que, según el reportero, es lo que necesita Guatemala para superar los niveles de delincuencia, corrupción y violencia que nos acechan diariamente.
Vaya con estas ideas mágicas... me siento como en la última campaña presidencial en la que todo el mundo invocaba el nombre de dios como una solución para el país, como LA solución para acabar con la delincuencia y demás. Si esto fuera así, ¡¡ucha!! que traigan a pasear el cadáver del papa, que saquen a todos los santos muertos y quizá así esta vaina mejora... Pero en esas estamos ya desde hace un tiempo ¿no? Digo... se autorizan un promedio de 10 iglesias evangélicas por mes, hay campañas millonarias de "No me hagas bajar" o de "Amaos los unos a los otros" o de "Perdona, libera tu corazón del pasadooo", se hacen jornadas de oración por aire, mar y tierra para que cristo entre al país, y a pesar de que muchos van a las iglesias -de cualquier denominación- la cosa no va para ningún lado y el pobre cristo no parece aparecer más que en las calcomanías.
Por otro lado ¿han visto la imagen clásica de este don Juan Bosco? ¿En la que uno o más chiquillos están arrodillados frente al santo hombre? Esta imagen sumada a los escándalos de la santa iglesia católica en cuanto a la clásica pedofilia, llevan a pensar si las acciones de "dirección , consejería y tutoría" de la juventud (que seguro eran solo niños, jamás he visto una niña retratada con don bosco) eran realmente tales o si, este cura, al igual que muchos a lo largo de la historia, era pedófilo... lo cual no me extrañaría (y antes de indignarse mi querido lector, sobre todo lector católico, cómprese en cualquier librería que se respete, el libro tilutlado: El Vaticano contra dios, editorial punto de lectura, leálo y luego desportique todo lo que quiera... si le quedan ganas de despotricar).
Comentarios
Cosas veredes...
saludiños.
Como que no hubiera suficiente muerto en Guate como para que ahora estemos en el negocio de la importanción.
conseguite marido.