Le rat
La única vez, antes del martes pasado, que había estado en una corte fue para una de las audiencias por el caso de Rigoberta contra el FRG hace ya algunos años. Imaginaba que todas las salas eran igual, semi pomposas, con estrados de madera y banderita nítida de Guate... pero lo del martes fue en una de las salas del piso 14, una salita, con escritorios de metal, vasos de duroport, una bandera que estaba medio shuca y en serio, sólo faltaban las sillas de plástico para que el asunto fuera lo más chapín posible.
Se suponía que el proceso iniciaría a las 9, pero como es costumbre por estos lares, inició a eso de las 9 30. Minutos antes había entrado el abogado acusador (perdonen ustedes mi falta de léxico jurídico) y su cliente. Una imagen extrañamente sucia. Los dos con trajes que les quedaban grandes, los dos que no eran capaces de apartar la mirada del piso, los dos que escondían las manos y los dos con la espalda curva y hombros a la defensiva. El caso es el siguiente: el tipo acusa a Raúl Figueroa de haber "mutilado" una de sus fotografías al utilizarla, supuestamente sin autorización, para la portada de Cualquier forma de morir de Rafael Menjívar. La historia, más bien la paja, ya lleva un tiempo ante los tribunales, poco más de un año si no estoy mal. El tipo en cuestión trabaja precisamente en los Tribunales. Según su versión de los hechos, él llevó a la editorial (F&G) unas fotografías para cotizar la impresión de las mismas (no, no de un libro de fotos, si no de las fotos en sí), lo cual reconoce salía extremadamente caro, pero según él, en esa ocasión y de "alguna manera" Raúl se quedó con el archivo.No de una, sino de las por ahí de 30 fotos, con las que seguramente y de acuerdo al plan macabro de Raúl, pensaba vender muchos libritos.
Raúl y Estuardo -diseñador gráfico de F&G- dicen que sí, que el tipo, al igual que otros autores publicados por la editorial -sí, Raúl le publicó un libro hace unos años- llegaba a la oficina a platicar, y que en esa ocasión les mostró unas fotos que había tomado en su barrio y que serían expuestas -ejem- en la planta baja del edificio de Tribunales (el lobby, que le dicen) donde, recordemos, trabaja. Dos fotografías les llamaron la atención, específiamente para Cualquier forma, una de un vagón (si hacen click acá pueden ver esa propuesta de portada) y una de un chucho ladrando, foto que se usó para la portada final (haciendo click acá, encontrarán una nota de Rafa sobre la demanda a Raúl y los ensayos de portadas).
Según cuenta la historia, todos estaban a favor de la foto del vagón para la portada, pero según Estuardo, tenía dos problemas, que la toma es a lo ancho y que está desenfocada, por lo que, aunque la del perro también está desenfocada -pero menos-, se decidieron por ésta, pensando que estaba a tono con el contenido del libro.
La cosa, es que según cuentan -declaran- Raúl y Estuardo, el tipo les dijo que podían usar las fotos, que solamente esas pero no las que tenían "textos propios del autor", que eran para su exposición y dice, asegura, jura -y miente- que nunca, jamás, never, jamais, le avisaron que las fotos se usarían, dice que no le dijeron y que se dió cuenta, del robo! de la mutilación!! hasta que vio el libro en una librería ya entrado el 2007. Pero más sin embargo, como dicen por allí -y hay constancia de esto- en diciembre 2006, se le entregaron dos copias de la novela de Rafa (publicada y a la venta en octubre) y en enero 2007, dos más. A pesar de las notas de recibo de los libros -una firmada por su puño y letra- él mantiene que se dio cuenta hasta que la vio en una librería y que la "compró" en algún momento del 2007. Pero cuando Cualquier forma se presentó por allí de inicios de ese año, fue a que Rafa le firmara su copia de la novela. A todo esto, la demanda contra Raúl inició más de un año después de la publicación. ¿Por qué no antes?
Este fotógrafo nato, de a cámara Sony de 5 megapixeles, que trabaja en Tribunales -el único lugar en el que ha expuesto-, que jamás ha vendido una foto, pretende que Raúl le pague 70 mil quetzalitos por "mutilar" su obra.
Sudaba la barba de abogado del tipo y se le secaba la boca, mientras preguntaba una y otra vez, aferrandose: "Tiene usted una autorización por escrito", "Ha visto usted una autorización por escrito" (casi como lo de John Wayne, una película y los frijoles).
A pesar de que me parece que los jueces tienen cara de gente razonable, suspendieron el proceso porque, oh sorpresa, las pruebas no fueron presentadas por el MP. Me reservo el despotrique contra el sistema de justicia para otra ocasión, esperando que el resultado de tan absurdo juicio no sea influenciado por compañeros de trabajo en Tribunales.
Se suponía que el proceso iniciaría a las 9, pero como es costumbre por estos lares, inició a eso de las 9 30. Minutos antes había entrado el abogado acusador (perdonen ustedes mi falta de léxico jurídico) y su cliente. Una imagen extrañamente sucia. Los dos con trajes que les quedaban grandes, los dos que no eran capaces de apartar la mirada del piso, los dos que escondían las manos y los dos con la espalda curva y hombros a la defensiva. El caso es el siguiente: el tipo acusa a Raúl Figueroa de haber "mutilado" una de sus fotografías al utilizarla, supuestamente sin autorización, para la portada de Cualquier forma de morir de Rafael Menjívar. La historia, más bien la paja, ya lleva un tiempo ante los tribunales, poco más de un año si no estoy mal. El tipo en cuestión trabaja precisamente en los Tribunales. Según su versión de los hechos, él llevó a la editorial (F&G) unas fotografías para cotizar la impresión de las mismas (no, no de un libro de fotos, si no de las fotos en sí), lo cual reconoce salía extremadamente caro, pero según él, en esa ocasión y de "alguna manera" Raúl se quedó con el archivo.No de una, sino de las por ahí de 30 fotos, con las que seguramente y de acuerdo al plan macabro de Raúl, pensaba vender muchos libritos.
Raúl y Estuardo -diseñador gráfico de F&G- dicen que sí, que el tipo, al igual que otros autores publicados por la editorial -sí, Raúl le publicó un libro hace unos años- llegaba a la oficina a platicar, y que en esa ocasión les mostró unas fotos que había tomado en su barrio y que serían expuestas -ejem- en la planta baja del edificio de Tribunales (el lobby, que le dicen) donde, recordemos, trabaja. Dos fotografías les llamaron la atención, específiamente para Cualquier forma, una de un vagón (si hacen click acá pueden ver esa propuesta de portada) y una de un chucho ladrando, foto que se usó para la portada final (haciendo click acá, encontrarán una nota de Rafa sobre la demanda a Raúl y los ensayos de portadas).
Según cuenta la historia, todos estaban a favor de la foto del vagón para la portada, pero según Estuardo, tenía dos problemas, que la toma es a lo ancho y que está desenfocada, por lo que, aunque la del perro también está desenfocada -pero menos-, se decidieron por ésta, pensando que estaba a tono con el contenido del libro.
La cosa, es que según cuentan -declaran- Raúl y Estuardo, el tipo les dijo que podían usar las fotos, que solamente esas pero no las que tenían "textos propios del autor", que eran para su exposición y dice, asegura, jura -y miente- que nunca, jamás, never, jamais, le avisaron que las fotos se usarían, dice que no le dijeron y que se dió cuenta, del robo! de la mutilación!! hasta que vio el libro en una librería ya entrado el 2007. Pero más sin embargo, como dicen por allí -y hay constancia de esto- en diciembre 2006, se le entregaron dos copias de la novela de Rafa (publicada y a la venta en octubre) y en enero 2007, dos más. A pesar de las notas de recibo de los libros -una firmada por su puño y letra- él mantiene que se dio cuenta hasta que la vio en una librería y que la "compró" en algún momento del 2007. Pero cuando Cualquier forma se presentó por allí de inicios de ese año, fue a que Rafa le firmara su copia de la novela. A todo esto, la demanda contra Raúl inició más de un año después de la publicación. ¿Por qué no antes?
Este fotógrafo nato, de a cámara Sony de 5 megapixeles, que trabaja en Tribunales -el único lugar en el que ha expuesto-, que jamás ha vendido una foto, pretende que Raúl le pague 70 mil quetzalitos por "mutilar" su obra.
Sudaba la barba de abogado del tipo y se le secaba la boca, mientras preguntaba una y otra vez, aferrandose: "Tiene usted una autorización por escrito", "Ha visto usted una autorización por escrito" (casi como lo de John Wayne, una película y los frijoles).
A pesar de que me parece que los jueces tienen cara de gente razonable, suspendieron el proceso porque, oh sorpresa, las pruebas no fueron presentadas por el MP. Me reservo el despotrique contra el sistema de justicia para otra ocasión, esperando que el resultado de tan absurdo juicio no sea influenciado por compañeros de trabajo en Tribunales.
Comentarios
Así que el juicio es por mutilación de la foto... Qué curioso. La portada se ve muy bien así como quedó. ¿Qué se hubiera inventado de publicarse la foto completa?
saludines vos!