Febrero
Febrero es el mes en el que todo (me) pasa, por eso decía que es como un año nuevo. Desde hace muchos años mis procesos inician y terminan en este mes, podrá ser predisposición, no digo que no, solamente que todo es curioso. Este año no ha sido la excepción. Ya en los pocos días del mes que van, han pasado muchas cosas que me hacen feliz, que me llenan y me hacen sentir viva. Personas que se van y personas que llegan, que reaparecen en mi vida justo en el momento indicado.
El año pasado fue perverso, pasaron muchas cosas que le otorgan el título de perverso sin más al 2008, este año pinta mejor que al menos los cuatro últimos años. Y qué mejor que iniciar este año con dos buenos conciertos: Café Tacuba y Delgadillo. Con Café Tacuba tengo una larga historia de querer verlos y siempre pasaba algo que no me lo permiría. En el 97 fueron los exámenes generales del colegio, en el 2000 un viaje, hace un par de años el trabajo de campo, y finalmente, ésta parece ser la vencida. Con Delgadillo, pos no, no hay historia, solamente que desde hace años disfruto de su particular manera de escribir y hacerme reír (he de confesar que sus canciones medio cursis si me dan la pálida) y espero que el concierto sea precisamente con las canciones cague de risa, aunque claro, claro, no faltará la romanticada.
Este febrero llueve, hace frío, la jacaranda presumida frente a mi casa está completamente en flor y no dejo de pensar que es un privilegio tenerla, allí, justo frente a la ventana, con sus hermosos flores lila-del color que me gustaría fuera mi piel-.
Todo empieza en febrero.
Agua- Café Tacuba, perfecta para febrero
Llamadas anónimas- Delgadillo, para aquellos que como yo, a veces se mueven por "interés profesional".
El año pasado fue perverso, pasaron muchas cosas que le otorgan el título de perverso sin más al 2008, este año pinta mejor que al menos los cuatro últimos años. Y qué mejor que iniciar este año con dos buenos conciertos: Café Tacuba y Delgadillo. Con Café Tacuba tengo una larga historia de querer verlos y siempre pasaba algo que no me lo permiría. En el 97 fueron los exámenes generales del colegio, en el 2000 un viaje, hace un par de años el trabajo de campo, y finalmente, ésta parece ser la vencida. Con Delgadillo, pos no, no hay historia, solamente que desde hace años disfruto de su particular manera de escribir y hacerme reír (he de confesar que sus canciones medio cursis si me dan la pálida) y espero que el concierto sea precisamente con las canciones cague de risa, aunque claro, claro, no faltará la romanticada.
Este febrero llueve, hace frío, la jacaranda presumida frente a mi casa está completamente en flor y no dejo de pensar que es un privilegio tenerla, allí, justo frente a la ventana, con sus hermosos flores lila-del color que me gustaría fuera mi piel-.
Todo empieza en febrero.
Agua- Café Tacuba, perfecta para febrero
Llamadas anónimas- Delgadillo, para aquellos que como yo, a veces se mueven por "interés profesional".
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