La maleta

Por si nos quieren acomapañar ;)

Hace poco hablé de la aventura que fue pasar por quirófanos y terapias durante años y mencioné que en alguna oportunidad mi madre me llevó a un culto evangélico, para probar si en una de esas a dios se le ocurría hacernos un favor. Mi ma no era precisamente la persona más religiosa del planeta, más bien le agarraban ondas de dos o tres meses cada cinco o seis años, y en algo creía... de allí que a los 13 me hayan bautizado... Pero antes de eso, unos años antes fue lo del culto evangélico.... yo tendría unos 11 años y mi brocolí 12 ... la mamá de una compañera del cole,de las primeras neopentecostales que habré conocido en mi vida por allí del 88, le dijo a mi mamá que probara, que todo era cosa de fe, que seguro y dios, el señor, como le gusta a esta gente decirle, nos escucharía. Mi madre que seguro soñaba al igual que yo con soluciones mágicas, decidió acceder, y un domingo nos fuimos para el hotel El Dorado donde sería el culto, la sesión de sanación. Llegamos temprano, aún estaban ...

Mi estimadísima acuariana y maravillosa poeta Krisma Mancía de la hermana república de El Salvador, me ha rebotado un meme (de me, me gusta...) de 15 cosas que me gustan y he decidido hacerla sobre las cosas que me gustan o me divierten por "interés profesional" como diría Delagdillo: 1. Los egos 2. Las paranoias 3. La gente que estudia filosofía y luego es incapaz de aplicar un mínimo concepto a su propia vida, lo que es muy común entre los que se dicen filósofos 4. Cuando alguien anda de cacería, echar una mirada o una frase a la presa, para que la cazadora pierda la cordura y actúe a lo loco 5. Reventar burbujas (ilusiones-alucinaciones) sociales y políticas de la mara 6. El feminismo extremo que cae en contradicciones 7. Lo ambiguo del concepto de "fidelidad" cuando un guey con novia me echa el perro, pero se dice "leal" a la novia 8. La hormona adolescente que se respira en los centros estudiantiles de nivel medio 9. La dinámica de cantineo de la m...

Este país se vuelve cada vez más absurdo. Cientos de personas mueren al año de manera violenta y nadie se indigna, nadie pide justicia, matan a un clase media y la clase media reacciona sin análisis, como autómatas entrenados por la televisión. Protestan los niños bien y sus guaruras esperan a la vuelta del parque central, sentados en la fuente, atentos a que a sus manifestantes no les pase nada. Colom asustado, enojado porque lo hayan inculpado o porque lo hayan cachado (las dos son posibles) hace una tras otra mulada que provocan que algunos medios, algunos sectores lo señalen cada vez más, y mientras la crisis económica mundial se une y juega con la crisis política nacional, que aún no sabemos si existe fuera del facebook o del hi5, seguro se están cocinando cosas de las que nos enteraremos cuando ya sea imposible pararlas. Para algunos será irresponsable de mi parte tomar la postura de espectadora, pero hace mucho aprendí que el mundo sigue, que a veces los aparentes enemigos puede...

Hace tiempo que quería escribir sobre esto, sobre la visión apocalíptica de los taxistas. Normalmente no compro en lugares evangélicos, ni me subo a taxis que llevan música evangélica, es una cuestión principios, aunque cada vez hay menos lugares a los que pueda entrar sin salir despepitada huyendo de los aleluyas y de ese tono hipócrita que tienen los cantantes evangélicos, un tono que hace difícil creer que ellos creen en lo que cantan. Pero esa es harina de un costal vecino a la visión taxista del apocalipsis. Los taxistas en su mayoría, algunos por convicción, otros me parece que por dar una ilusión de seguridad al cliente, llevan cánticos y alabanzas en sus autos. Los que lo hacen por convicción son los que irremediablemente, aunque uno no lleve cara de querer hablar, lanzan la pregunta ¿usted es religiosa? y yo por supuesto tengo cara de no serlo, es más no lo soy en el sentido de que no encuentro sentido ni razón a la congregación y en el sentido de que no creo en el dios...

Cada vez que inicia la temporada de lluvia, no puedo evitar cantar esta canción cuando la lluvia me atrapa en la calle y soy lo suficientemente libre para empaparme, meterme entre los charcos cual güira de 5 años, dar un par de pasitos de baile sin importarme la gente, mientras tarareo la canción imitando la voz de Alex De Large.