A veces las cosas se acaban, tristemente se acaban, mueren luego de una agonía escondida, enmascarada en cariños sin substancia. Como hoy que ha muerto una parte importante de mi vida y que me lleva a pensar en este poema de García Lorca que mi madre leía y que queda justo (aunque no haya sido escrito para estas circunstancias) para lo que pasa, para algunas muertes en las que el muerto continúa vivo, sin darse cuenta que hace mucho tiempo está vacío... Alma ausente No te conoce el toro ni la higuera, ni caballos ni hormigas de tu casa. No te conoce tu recuerdo mudo porque te has muerto para siempre. No te conoce el lomo de la piedra, ni el raso negro donde te destrozas. No te conoce tu recuerdo mudo porque te has muerto para siempre. El otoño vendrá con caracolas, uva de niebla y montes agrupados, pero nadie querrá mirar tus ojos porque te has muerto para siempre. Porque te has muerto para siempre, como todos los muertos de la Tierra, como todos los muertos que se olvidan en...