De la novia de Arjona y el complejo de Edipo en Guatemala

Sin duda alguna todas las mujeres que conozco han tenido al menos una experiencia con un tipo con mamitis aguda, y la mayoría salen, están casadas, se divorciaron o salieron con más de un espécimen para quién su mami sigue -a sus veintes o a sus treintas, incluso a sus cuarentas- siendo lo máximo... y no es que tenga nada contra las madres, mucho menos tan cerca de su día, digo, yo también tuve una, bastante chalada por suerte, pero esa es harina de otro costal...

Hace pocos días escuché que Arjona sacaría el video de una canción llamada "mi novia se me ¿? está poniendo vieja" y especulé que, bueno, sería una cosa dedicada a las mujeres al final de su veintena, incursionando en la treintena, pero a las cuales no se puede aún aplicar aquello de las "cuatro décadas", pensando en parte que ese es el grueso de la población que constituye el público de Arjona, luego me di cuenta de lo tonto de mi razonamiento porque eeeeee... todas las rolitas de Arjona van dedicadas a ese sector, así que inmediatamente me di cuenta de lo que quizá mi subconsciente estaba tratando de ocultarme para evitarme un calambre mental, pero no uno de esos ricos, si no de los que lo dejan a uno con un sabor de boca podrido y el "qué enfermo" en la cabeza... además de aprovechar para sacarlo cerca del día de la madre para que la mara, además de la refri y o la séptima licuadora, incluya el cd de Arjona en la que hay una canción para ti mamá, sacando así del apuro a muchos hombres que no saben qué regalarle a mami en su día... aunque bueno, quizá no todas las mamis estarán contentas con que les digan vieja... pero esa, también es harina de otro costal...

Efectivamente, un par de días después vi que por ahí estaba el video de Arjona, que claro ya no explota los paisajes locales, si no se nos fue a Francia o a otro país francófono y se nos pasea bajo la imagen de un niño cuasi rubio, quizá por aquello tan chapín de "dice mi mamá que yo era canche cuando nací y que tenía los ojos claros, pero el sol me los obscureció"... y bueno, el tema central de la canción es la mamá... la novia, que le dice Arjonita... que por una vez refleja perfectamente la realidad guatemalteca, el apego erótico a la madre, la comparación de ésta con "la mujer" que todo hombre quiere, y que en Guate pareciera en muchos casos no desaparecer durante la pubertad, como se supone que sanamente debería ocurrir...

La canción de Arjona, me parece que sin intención del autor, que ya nos dimos cuenta que no es analítico de ninguna realidad, es representativa de esa mamitis, de esa búsqueda de la mujer ideal, tan chapina, y según... tan latinoamericana...

En la primera estrofa (jamás por favor digan que es un verso lo que hace este cantautor) dice que él ya tenía un espacio en su cuaderno para pintar su nombre y presumir. Y bueno, seamos sinceros, la mayoría de hombres que conozco quieren una mujer para presumirla frente a sus amigos y colegas, ¿de qué? pos de que los aman incondicionalmente desde el primer momento en que lo vieron, como se supone les pasa a las madres. Pero además de presumir de la incondicionalidad de la mujer, también quieren presumir del cuerpo, luego de la abnegación (tan presente en la letra de Arjona), luego de lo bien que cocina, de lo bien que mantiene la casa, etc. Sí, de eso presumen los hombres, de la abnegación materna, de que los sacaron adelante y les hicieron huevos... pero a ver señores y señoras, ¿no es simple y sencillamente la obligación de los padres y claro, de las madres hacerse cargo de los seres que engendran? digo...

Luego dice que lo quiso cuando al borde de la meta llegó penúltimo en la maratón, que lo quiere de insensible o de poeta, de genio, de ministro o de bufón... ¿mensaje? ¡¡¡mujeres!!! quieran a sus hombres por lo que son, sean lo que sean, sin importar, tal como las madres, sin exigir nada, absolutamente nada. Esa admiración-protección del ego que se convierte en una necesidad nefasta de los hombres, está impulsada por esa idea de que las madres dan un amor incondicional... y yo lo que pienso es que quizá las madres no se dan chance de criticar a los hijos, de ver sus fallas, por evitar el miedo, el pánico que puede implicar darse cuenta que las que fallaron fueron ellas y que quizá no criaron seres con la capacidad de ser libres y felices, sino seres dependientes de x cantidad de cosas que al final, se remiten a la protección e incondicionalidad de las madres.

Luego dice, tres meses sin venir y ella en bandeja le sirve otro café para su amor... lo que se nos hace pensar, para que un hombre lo quiera a uno, como quiere a su mamá (si es que la quieren y no que simplemente la necesitan), es necesario estar ahí, servirles un café incluso cuando han desaparecido, se han esfumado por tres meses... aguantar, es lo que dice Arjona, y lo que corean miles de chavitas y mujeres pensando que esta canción es a lo que se debe aspirar... yo por mi lado digo... no, no quiero eso... ¿y usted?

Sigue la rola y habla de su don universal de perdonar... dejando a un lado el etnocentrismo que implica usar la palabra "universal" refiriéndose a lo que sucede en esta pequeña tierra, va de nuevo el vergazo, ¿usted quiere que su hombre la quiera? ¡Pásele por alto todo! que la que alega no se merece que Arjona o cualquier hombre, la quiera... una mujer que se respeta a sí misma, que quiere espacio y que quiere tiempo, no vale la pena porque no es como mamá, que todo lo perdona.

Luego dice, no anda con chantajes, ni pone reglas de fidelidad... y bueno a ver, ¿serle infiel a la madre, es posible o no? ... ¿ya lo pensó? ¿no son los chantajes y las reglas de fidelidad las que hacen que las madres se opongan a las novias? ¿qué peor chantaje que hacerle creer a los hijos, que como el amor de madre no hay? ... luego sigue y dice, que la madre le ha alcahueteado a cada personaje (¿los cuates? ¿los arroces por debajo?) sin importarle la exclusividad... ¿mensaje? ¿ya lo cachó? pos que se aguante las infidelidades, si total mujer sin hombre, mujer sin hijos no vale, y en nombre de ese valor agregado que son los hombres, se vale que ellos hagan todo, incluso ser incapaces de comprometerse con nada de nada.

Vuelve a la idea de que la madre lo quiere sea lo que sea, se pone de guerrillero (ajá, cómo no), de premio Nobel de la paz (you wish), que si va de último o primero, si es conformista o tenaz y yo digo... qué tenaz el mensaje, qué representativo de esta cultura en la que se espera que las mujeres (pasando a la estrofa siguiente) tengan siempre un plato puesto por si algún día pienso regresar y me pregunto ¿seré yo maestra o hay otras que no quieren esperar a que se le dé la gana regresar, volver por ese amor que se supone uno debe profesar por ... un hombre... sea lo que sea, sea un cafre o sea altruista?, y además regresar para gastarse la platica, porque, claro, las mujeres, como la madre de Arjona tienen siempre preparado en el banco un presupuesto por si podría algún día necesitar... ¿mensaje? ¿ya? además de incondicional, de tener siempre en la mesa un lugar, además de no pedir exclusividades, ni fidelidades, usted, mi querida mujer, si quiere ser amada, debe estar incluso dispuesta a echarle la mano en las malas... y yo diría sí, a un hombre que no desaparece meses, sí, a uno que es capaz de comprometerse, sí, pero un guey que pide ¿completa "libertad" (léase no exclusividad, ni fidelidad, ni compromiso) para ser él feliz y tener siempre un lugar al cuál volver? ¡No!

Finalmente dice no hay curva que me aleje de mi novia, si nunca hubo en sus labios un quizá... lo que nos manda de vuelta, en medio de la rola cantada por miles de chavas que simplemente quieren ser queridas, amadas, a la idea de que a los hombres hay siempre, siempre que decirles que sí...

Todo, la relación ideal desde el punto de vista masculino, incluyendo la sexualidad mencionada no directamente, está en esta rolita que Arjona dedica a las madres, al tiempo que... jeje, educa a las mujeres sobre cómo jugar un papel que siga reproduciendo relaciones enfermizas en las que, buscando a mamá, los hombres lleguen incluso a penquear a las mujeres, tal como el símbolo de la chapinidad... Arjona.