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Mostrando entradas de agosto, 2006

La maleta

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Hace poco más de un año inicié este blog. Va de nuevo el primer post. Love Sure... I´ll be here waiting for you

Diego

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Como todos los días a las tres y media el autobús escolar paró frente a mí. La puerta se abrió, el conductor saludó mecánicamente, la monitora dijo buenas tardes y me puso en brazos al chiquillo. No reconocí su rostro, la mujer dijo apresurada que era el mío. Las etiquetas de la ropa correspondían a mis apellidos y a su nombre. El conductor cerró la puerta y el autobús retomó la marcha escupiendo sobre nosotros una nube gris. El chiquillo dormía entre mis brazos como siempre, como nunca. No era la primera vez que pasaba. Esa mañana rumbo al trabajo pasé frente al zoo: más de treinta autobuses amarillos, más de mil chiquillos. Pensé en él, pequeño y silencioso seguramente atemorizado entre la turba infantil uniformada. Pensé en él asombrándose frente a los elefantes, fijando sus enormes ojos grises en cada centímetro del cuello de las jirafas. Pensé en él asustado y atraído por las serpientes, pensé en él intentando comprar un helado con los cinco que le di esta mañana, llorando porqu

Casa del Escritor

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http://www.casadelescritor.org

Después de llorar

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- Se ve linda después de llorar. - Las mujeres se ven lindas cuando lloran. Las imágenes más lindas que guardo de mi madre es el llanto a la muerte del viejo. Se veía tan preciosa con los ojos hinchados y los labios descamados, temblorosos, húmedos. ¿Prefieren salsa blanca o de tomate para la pasta? - Sí, -murmuró Samuel con la mirada perdida en la ventana polvorienta- me encanta la expresión de tu madre. ¿Querés que te ayude? ¿Te corto las cebollas? –agregó recobrando la habitual ansiedad-. - Hummm lo que querés es que te veamos llorar y te digamos lo lindo que te mirás, pero no mano, no sos mujer –intervino Mateo ideando una sonrisa sin despegar la vista del cigarrillo que se consumía entre sus dedos-. Los hombres llorando se ven desagradables. No te quedarían bien las lágrimas entre los bigotes. Aquél se las puede muy bien sólo y además vos cortás las cebollas muy grandes, así no me gustan, no quedan bien cocidas. - Ya no puede uno ser amable. - Aquél tiene razón vos cortás l