Top ten de la FILGUA
La FILGUA estuvo para mí rodeada de muchos acontecimientos que hicieron de esta feria una experiencia un tanto extraña que aún falta procesar, estudiar, analizar y finalmente comprender y aprender de ella, pero esos son otros cien pesos. Por el momento hago el TOP TEN de los mejores momentos -para mí- de la feria:
10. La gente: me encanta la gente, la gente en movimientos, los zapatos -como diría mi amiga Gabriela Carrera- los zapatos en movimiento, los egos, las voces, las intrigas, los intereses personales y las caras de sorpresa ante los libros, la gente, los precios. Todo el esplendor y resplandor (sí, como en The Shining) de la humanidad en dos salones. Además el tiempo con los amigos: Lilo, Claudia, Lorena, Carlos, Manuelito, Gabriela. También los compas de la Maestría en Historia a quienes vi como fantasmas, como ansiosos compradores rondando por los puestos. Otras personas que me encantó ver fueron: Lilian Fernández Hall, a quiénpude agradecerle personalmente la reseña sobre Las Flores -y las nalgadas en ésta jeje-; mi queridísimo editor Raúl Figueroa Sarti que parecía fraccionarse y estar en todas partes y que encima uyyy fue galardonado como señor presidente de la FILGUA; y Javier Mosquera Saravia, también escritor de FyG, con quien pude hablar sobre la lite de Guate y quien la semana anterior me había invitado a un foro con sus alumnas del Colegio Belga, que leyeron Las Flores. El foro por cierto estuvo buenísimo, las chicas realmente encontraron muchas de las cosas que están escondidas en la novela. Gracias Javier!
9. Los libros: Uga, me daban ganas de meterme de noche con dos o tres caminones, sin embargo esos sueños de opio, no son más que sueños. Ver esa cantidad de cosas, que no alcanzaría la vida para leer, es maravilloso, algo parecido me pasó al entrar a Waterstones en Londres, saber que hay tantos que escriben, que han escrito, sentir el aroma de los que aún no escriben pero se mueren por hacerlo... maravilloso, los libros que se piensan, que se intuyen en medio del bullicio.
8. La compra de libros: Miné mi economía del mes jeje, cosa de la que no me arrepiento, al menos al no tener plata tengo tiempo para dedicarme a ellos. Compré (de los que recuerdo ahorita) Intenciones de Wilde; Alguien que anda por ahí de Cortázar; De plata, vidrio y fierro: imágenes de cámara del siglo XIX; Cuentos de amor, de locura y de muerte de Horacio Quiroga; El gran Gatzby de Fitzgerald; El Proceso de Kafaka (que prometo haber leído para la próxima visita a El Salvador) y unos algunos muchos otros más. Ah! y un libro que me atrapó desde la primera página: Santa de Federico Gamboa.
7.Leyendas de México (Anónimo): que compré porque tiene la leyenda del Señor del Veneno, Cristo que estaba en la Capilla de San Nicolás, a la vuelta de mi hotel en el DF en enero, y cuyo nombre me intrigó, sin que mexicano alguno -de los que estaban cerca- me pudiera decir el por qué del nombre, había olvidado al Cristo y fue la primera historia que apareció cuando abrí el libro al azar, tenía que comprarlo -además me encantan las leyendas-. Ahora sé que se llama así por un milagro: Don Tomás Treviño, celoso por los buenos negocios de Don Fermín Andueza, le manda a regalar un pastel de hojaldre envenenado. Don Fermín, hombre piadoso, tenía la costumbre de pasar luego de misa, besando los pies de un Cristo crucificado a la entrada de la iglesia. La mañana en la que come el pastel -el veneno no era instantáneo, si no de efecto a mediano plazo- pasa como siempre besando al Cristo, el cual se torna milagrosamente negro al absorber el veneno. Treviño, ofuscado con el milagro confiesa su falta, la gente quiere apresarlo para llevarlo al ayuntamiento, pero es perdonado por Andueza. El Cristo original se quemó y el que hay ahora, es una réplica.
6. Territorios: del maestro, dios iluminado, ilustrísimo, guapísimo (sí, me fascina ese man en todos los aspectos) y maravilloso Julio Cortázar. Una de esas curiosidades de libros de este enorrrrrrrme escritor. Le debo su adquisicón a Salvador Canjura, quien me lo mostró en el stand del Fondo de Cultura. Gracias Salvador!
5. Mercedes y el susto de la entrevista: Al salir de la mesa sobre "Sirve para algo la literatura II", me abordó una chica muy simpática para hacerme una entrevista para la U. Me hizo preguntas bastante curiosas, pueden encontrar parte de la entrevista acá, en el blog de Mercedes Azurdia (blog interesante y acidito, por cierto). Gracias Mercedes!
4. Canjura: Lo encontré por casualidad el viernes, lo vi de medio lejos y le dije: me parece que yo a vos te conozco. En realidad es, es, es hermoso poder hablar con gente de libros, con gente que sabe de libros, que escribe libros, que le pertenece a los libros, como yo, como muchos. Luego nos juntamos brevemente el sábado al medio día a comer, hablar, a dar una vuelta, vuelta en la cual me mostró el libro de Cortázar y que creo me dejó comprar al ver la cara de maravilla que puse. De nuevo, gracias Salvador por haberme mostrado el libro y por el rato que pasamos juntos.
3. Creaturas y otros menguantes: el libro de narrativa de Ana Escoto publicado por la DPI y realmente merecedor del premio. Maravilloso, en verdad os digo...ya escribiré sobre él exclusivamente porque lo merece, una delicia, una especie de Amélie Poulain en libro. Felicidades a Ana por tan hermosa producción, quiero releerlo y releerlo.
2. La presentación de las novelas: Trece de Rafael Menjívar Ochoa y El sueño de Mariana de Jorge Galán, siempre es emocionante ver a los amigos publicar o republicar sus obras. Trece ya la conocía, la tengo en la edición mexicana, la edición francesa y ahora en la edición chapina, me encanta esa historia, la angustia y la sensación de eterno retorno que deja. El sueño de Mariana por otro lado, es también una historia que atrapa desde el primer momento. Ufff tanto qué leer, tanto que decir... es necesario ir a El Salvador.
1. Rafa: si, Rafael Menjívar Ochoa, he de decir que cuando lo conocí hace ya cuatro años, justo para la FILGUA, me había animado a mandar mis cuentos a la preselección del taller literario que él daría, porque hubo algo en su nombre que me pareció musical, que me dio confianza, y vale decir que no me equivoqué. Luego de todo este tiempo, todo lo que me ha enseñado, todo lo que ha apoyado mis diferentes crisis -no sólo literarias-, me atrevo a decir que es una de las personas más solidarias, buena onda y sinceras que conozco. Rafa me dió el último empujón de vuelta a la lite, me fue mostrando caminos, además de haberme abierto las puertas de su casa y haberme presentado a la mara de la Casa. Siempre es bueno estar entre los iguales diría él, y yo reafirmo sí, es bueno estar entre iguales, que además le hacen a uno entrevistas para la AM (viva la AM!) y lo dejan chatear en la Vaio Verde con Krisma. Danke, Master Jedi (aunque no le gusta que le llamen así) por estos días.
En fin, el fin de semana llegó, me esperan varios libros, además de las casi 300 páginas a leer para la Maestría en Historia -que me ha abierto un mundo nuevo y realmente fascinante-. Llueve como sólo en Macondo...
:)
10. La gente: me encanta la gente, la gente en movimientos, los zapatos -como diría mi amiga Gabriela Carrera- los zapatos en movimiento, los egos, las voces, las intrigas, los intereses personales y las caras de sorpresa ante los libros, la gente, los precios. Todo el esplendor y resplandor (sí, como en The Shining) de la humanidad en dos salones. Además el tiempo con los amigos: Lilo, Claudia, Lorena, Carlos, Manuelito, Gabriela. También los compas de la Maestría en Historia a quienes vi como fantasmas, como ansiosos compradores rondando por los puestos. Otras personas que me encantó ver fueron: Lilian Fernández Hall, a quiénpude agradecerle personalmente la reseña sobre Las Flores -y las nalgadas en ésta jeje-; mi queridísimo editor Raúl Figueroa Sarti que parecía fraccionarse y estar en todas partes y que encima uyyy fue galardonado como señor presidente de la FILGUA; y Javier Mosquera Saravia, también escritor de FyG, con quien pude hablar sobre la lite de Guate y quien la semana anterior me había invitado a un foro con sus alumnas del Colegio Belga, que leyeron Las Flores. El foro por cierto estuvo buenísimo, las chicas realmente encontraron muchas de las cosas que están escondidas en la novela. Gracias Javier!
9. Los libros: Uga, me daban ganas de meterme de noche con dos o tres caminones, sin embargo esos sueños de opio, no son más que sueños. Ver esa cantidad de cosas, que no alcanzaría la vida para leer, es maravilloso, algo parecido me pasó al entrar a Waterstones en Londres, saber que hay tantos que escriben, que han escrito, sentir el aroma de los que aún no escriben pero se mueren por hacerlo... maravilloso, los libros que se piensan, que se intuyen en medio del bullicio.
8. La compra de libros: Miné mi economía del mes jeje, cosa de la que no me arrepiento, al menos al no tener plata tengo tiempo para dedicarme a ellos. Compré (de los que recuerdo ahorita) Intenciones de Wilde; Alguien que anda por ahí de Cortázar; De plata, vidrio y fierro: imágenes de cámara del siglo XIX; Cuentos de amor, de locura y de muerte de Horacio Quiroga; El gran Gatzby de Fitzgerald; El Proceso de Kafaka (que prometo haber leído para la próxima visita a El Salvador) y unos algunos muchos otros más. Ah! y un libro que me atrapó desde la primera página: Santa de Federico Gamboa.
7.Leyendas de México (Anónimo): que compré porque tiene la leyenda del Señor del Veneno, Cristo que estaba en la Capilla de San Nicolás, a la vuelta de mi hotel en el DF en enero, y cuyo nombre me intrigó, sin que mexicano alguno -de los que estaban cerca- me pudiera decir el por qué del nombre, había olvidado al Cristo y fue la primera historia que apareció cuando abrí el libro al azar, tenía que comprarlo -además me encantan las leyendas-. Ahora sé que se llama así por un milagro: Don Tomás Treviño, celoso por los buenos negocios de Don Fermín Andueza, le manda a regalar un pastel de hojaldre envenenado. Don Fermín, hombre piadoso, tenía la costumbre de pasar luego de misa, besando los pies de un Cristo crucificado a la entrada de la iglesia. La mañana en la que come el pastel -el veneno no era instantáneo, si no de efecto a mediano plazo- pasa como siempre besando al Cristo, el cual se torna milagrosamente negro al absorber el veneno. Treviño, ofuscado con el milagro confiesa su falta, la gente quiere apresarlo para llevarlo al ayuntamiento, pero es perdonado por Andueza. El Cristo original se quemó y el que hay ahora, es una réplica.
6. Territorios: del maestro, dios iluminado, ilustrísimo, guapísimo (sí, me fascina ese man en todos los aspectos) y maravilloso Julio Cortázar. Una de esas curiosidades de libros de este enorrrrrrrme escritor. Le debo su adquisicón a Salvador Canjura, quien me lo mostró en el stand del Fondo de Cultura. Gracias Salvador!
5. Mercedes y el susto de la entrevista: Al salir de la mesa sobre "Sirve para algo la literatura II", me abordó una chica muy simpática para hacerme una entrevista para la U. Me hizo preguntas bastante curiosas, pueden encontrar parte de la entrevista acá, en el blog de Mercedes Azurdia (blog interesante y acidito, por cierto). Gracias Mercedes!
4. Canjura: Lo encontré por casualidad el viernes, lo vi de medio lejos y le dije: me parece que yo a vos te conozco. En realidad es, es, es hermoso poder hablar con gente de libros, con gente que sabe de libros, que escribe libros, que le pertenece a los libros, como yo, como muchos. Luego nos juntamos brevemente el sábado al medio día a comer, hablar, a dar una vuelta, vuelta en la cual me mostró el libro de Cortázar y que creo me dejó comprar al ver la cara de maravilla que puse. De nuevo, gracias Salvador por haberme mostrado el libro y por el rato que pasamos juntos.
3. Creaturas y otros menguantes: el libro de narrativa de Ana Escoto publicado por la DPI y realmente merecedor del premio. Maravilloso, en verdad os digo...ya escribiré sobre él exclusivamente porque lo merece, una delicia, una especie de Amélie Poulain en libro. Felicidades a Ana por tan hermosa producción, quiero releerlo y releerlo.
2. La presentación de las novelas: Trece de Rafael Menjívar Ochoa y El sueño de Mariana de Jorge Galán, siempre es emocionante ver a los amigos publicar o republicar sus obras. Trece ya la conocía, la tengo en la edición mexicana, la edición francesa y ahora en la edición chapina, me encanta esa historia, la angustia y la sensación de eterno retorno que deja. El sueño de Mariana por otro lado, es también una historia que atrapa desde el primer momento. Ufff tanto qué leer, tanto que decir... es necesario ir a El Salvador.
1. Rafa: si, Rafael Menjívar Ochoa, he de decir que cuando lo conocí hace ya cuatro años, justo para la FILGUA, me había animado a mandar mis cuentos a la preselección del taller literario que él daría, porque hubo algo en su nombre que me pareció musical, que me dio confianza, y vale decir que no me equivoqué. Luego de todo este tiempo, todo lo que me ha enseñado, todo lo que ha apoyado mis diferentes crisis -no sólo literarias-, me atrevo a decir que es una de las personas más solidarias, buena onda y sinceras que conozco. Rafa me dió el último empujón de vuelta a la lite, me fue mostrando caminos, además de haberme abierto las puertas de su casa y haberme presentado a la mara de la Casa. Siempre es bueno estar entre los iguales diría él, y yo reafirmo sí, es bueno estar entre iguales, que además le hacen a uno entrevistas para la AM (viva la AM!) y lo dejan chatear en la Vaio Verde con Krisma. Danke, Master Jedi (aunque no le gusta que le llamen así) por estos días.
En fin, el fin de semana llegó, me esperan varios libros, además de las casi 300 páginas a leer para la Maestría en Historia -que me ha abierto un mundo nuevo y realmente fascinante-. Llueve como sólo en Macondo...
:)
Comentarios
Lástima que no pude ir a la FILGUA, tenía muchas ganas de ir pero ya al final no pude.
Saludos y éxitos.