De los hipócritas
L os hipócritas se juntan, se unen, se huelen a miles de millas, se  reconocen, se vuelven amigos porque saben que entre ellos, no se  delatarán jamás en pro de la hermandad hipócrita mundial. Son  seres tan transparentes, tanto que quizá al ojo del observador común no  son evidentes. Un poco como sucedía con las brujas en aquella película  de las brujas que convierten a un niño en ratón. La dificultad  para identificarlos está en la maestría con la que los hipócritas  ensayan las diferentes situaciones de la vida, desde las más sencillas  -como sonreír-, las intermedias -fingir una profesión u oficio- y las  más complicadas -soltar la lágrima y fingir el nudo en la garganta-. Ellos  ensayan todo frente al espejo. Para la sonrisa piensan en todos  aquellos a los que han engañado antes, quizá por eso es que los  hipócritas sonríen y se carcajean muy seguido. La manera de  identificarlos es muy simple: cierre los párpados y escuche la risa o  intente percibir la vibración y el color de l...
